En Estados Unidos se utiliza frecuentemente en la elaboración de los famosos pasteles pie, pero también en confituras y mermeladas, pues su sabor ácido hace que combine a la perfección con generosas cantidades de azúcar. Los británicos lo usan con jengibre para mejorar su sabor y frecuentemente va unido a la naranja y otras frutas. Además, su época de recolección coincide con el de la fresa, por lo que es habitual verlo en unión a esta fruta, sobre todo en los crumbles al horno.